En 2008, tuve la oportunidad única de colaborar con el arquitecto Elmer Moreno en el diseño interior de un lujoso departamento ubicado en Bosque Real, Huixquilucan, Estado de México. El proyecto representó un desafío particular debido a la forma curva del departamento, cuya complejidad fue resuelta mediante una retícula modular de 60x60 cm, diseñada para maximizar la eficiencia y armonía en los espacios. La planificación permitió organizar los espacios de manera eficiente y garantizar una distribución armoniosa dentro de un complejo residencial de alto nivel, destacado por su amplia terraza comunal.

La visión de Moreno combinó dos retículas angulares que eliminaron cualquier percepción de desorden en su intersección, logrando una distribución eficiente que separa intuitivamente las áreas públicas de las privadas. Esta metodología garantizó comodidad y funcionalidad, optimizando cada metro cuadrado del espacio y respetando proporciones antropomórficas que aportan una sensación natural y bien proporcionada. La zona privada fue diseñada para proyectar recámaras amplias, una sala de televisión que sirve de transición y una espectacular recámara principal con un vestidor de generosas dimensiones y un baño en suite.

Un aspecto destacado fue la cantina, diseñada para resaltar la colección de tequilas del propietario, con capacidad para exhibir miles de botellas. El cristal y la iluminación realzaron cada botella como si fueran joyas, mientras que la distribución mejorada destacó la colección, posicionando la cantina como el corazón del departamento.

La madera, con su calidad y versatilidad, fue clave en la cantina y otras piezas de mobiliario, aportando cohesión y continuidad al diseño interior. Las jardineras en la entrada, flanqueadas por especies de maguey, y los vidrios esmerilados con motivos de agave, no solo homenajean la cultura del tequila, sino que también integran el entorno natural al diseño, ofreciendo una entrada distintiva que conecta el espacio interior con la narrativa cultural del proyecto.

El departamento pone de relieve la capacidad de Moreno para conceptualizar espacios de lujo y confort, mientras que mi apoyo con la tecnología BIM (Building Information Modeling) aseguró que cada detalle, desde la modulación hasta los acabados, cumpliera con los estándares más exigentes establecidos por el arquitecto. Los planos generados, que incluyeron medidas, proyecciones en plantas y alzados, así como isométricos y videos, facilitaron no solo la interpretación del carpintero, sino también la ejecución precisa del proyecto. La integración de materiales de alta calidad, junto con una atención meticulosa al detalle, hizo de este proyecto un icono en mi carrera, trascendiendo lo convencional para convertirse en una verdadera obra de arte habitable.