Durante el desafiante periodo de la pandemia en 2021, amplié mi campo de acción hacia comunidades vulnerables, aceptando proyectos que ofrecieran oportunidades de crecimiento y desarrollo. Uno de estos proyectos se ubicó en la colonia Jardines del Tepeyac en Ecatepec, donde un cliente visionario adquirió un terreno estratégicamente situado en la esquina de una intersección vial principal. Su objetivo era desarrollar dos locales comerciales en planta baja y un departamento residencial en la planta superior, fusionando así funcionalidad y rentabilidad en un mismo inmueble.

Tras realizar un levantamiento del sitio, identifiqué el potencial de maximizar la visibilidad de los locales comerciales, asegurando su independencia con accesos y servicios sanitarios propios, estos últimos con ventilación hacia un área adyacente, facilitando así la privacidad y comodidad tanto para los comerciantes como para los clientes. Cada local, con una superficie aproximada de 23 m², fue diseñado para albergar negocios de productos básicos o especializados, atendiendo a las necesidades cotidianas de la comunidad.

En el nivel superior, propuse un departamento compacto, pero completamente funcional de 49 m², que incluía una recámara, baño, cuarto de lavado, y un espacio abierto que integraba cocina, sala y comedor. La disposición de los ventanales, diseñados para retranquearse y crear una sensación de amplitud, complementados con jardineras, brinda al departamento un ambiente acogedor y una conexión directa con el exterior, a modo de balcón.

Este proyecto, aunque modesto en escala y situado en una zona de menor valor adquisitivo, demuestra el impacto significativo que el diseño arquitectónico puede tener en la mejora de la calidad de vida y en la dinamización de espacios comerciales. La experiencia reafirmó mi compromiso con la entrega de planos de alta calidad y una planificación meticulosa, asegurando que cada proyecto, sin importar su tamaño o presupuesto, se ejecute con el mayor estándar de excelencia.

El diseño refleja mi convicción de que la arquitectura tiene el poder de transformar y enriquecer comunidades, proveyendo soluciones que van más allá de la estética y se adentran en el ámbito de lo social y lo funcional. Aunque en el futuro pueda ser selectivo con los proyectos que decido emprender, la experiencia de los Locales Jardines del Tepeyac permanecerá como un testimonio de mi capacidad para adaptarme y responder efectivamente a las necesidades de mis clientes, independientemente de las circunstancias.