"Casa Quimitl V3" es el resultado de un proceso colaborativo y evolutivo entre el arquitecto y el cliente, situado en Atizapán de Zaragoza. Diseñada en 2020 para una familia con dos niños, la casa comenzó como un boceto del dueño, realizado en una aplicación de diseño. Este punto de partida reveló la complejidad y profundidad que implica la arquitectura, más allá de la simple elaboración de planos.

El diseño original, aunque fiel a las ideas iniciales del cliente, no cumplía con las expectativas de funcionalidad y estética. Este desafío llevó a la creación de una segunda propuesta, que aún no alcanzaba el nivel de satisfacción deseado. Fue entonces cuando emergió la "Versión 3", una síntesis de los requisitos del cliente y la visión arquitectónica, encontrando finalmente un equilibrio que complaciera a todas las partes.

Este proyecto destaca por su capacidad de adaptarse a las necesidades específicas de la familia, incorporando elementos únicos como un baño con ventilación de doble altura. Aunque esta solución no era la ideal desde mi perspectiva profesional, fue altamente valorada por el cliente, demostrando la importancia de la comunicación y la flexibilidad en el proceso de diseño.

"Casa Quimitl V3" simboliza el viaje desde la concepción inicial hasta la realización final, donde la visión del cliente y la expertise arquitectónica convergen para crear espacios habitables que reflejen calidad de vida y satisfacción. A través de este proyecto, se evidencia el rol crucial del arquitecto no solo como diseñador, sino como mediador y educador, capaz de transformar ideas en realidades tangibles y habitables.